Transcrevo no original em espanhol artigo do jornalista e escritor Carlos Alberto Montaner, que está postado no site Infobae. Trata da dura realidade vivida pelo caudilho Hugo Chávez. Segundo Montaner, que é cubano e vive exilado na Espanha, os médicos cubanos de Chávez avisaram ao caudilho que ele não chegará vivo às eleiçÕes de ourtubro. Além disso analisa o quadro melancólico desse momento da vida política venezuelana. Com Chávez, o socialismo bolivariano do século XXI, também agoniza. Vale a pena ler:
Sus médicos cubanos ya le comunicaron al presidente Hugo Chávez que muy probablemente no llegará vivo a las elecciones de octubre.
No se trata de certezas, sino de una aproximación estadística. Las
personas de su edad afectadas por el cáncer agresivo que padece,
complicado por la metástasis generalizada que se ha desatado, suelen
sobrevivir equis meses. A veces exceden el período o a veces no llegan.
Sólo se trata de un macabro promedio.
Una de las primeras reacciones de Chávez fue llamar a un jefe de Estado amigo
para contárselo. A partir de ahora hará cosas cada vez más extrañas.
Necesita, como cualquier persona moribunda, ánimo, compasión, palmadas
cariñosas.
Una vieja amiga tanatóloga, especialista en ayudar a morir a los enfermos terminales,
que ejerce su triste y necesaria profesión en un gran hospital,
siempre insistía en que las gentes necesitan, por encima de todo, más
que palabras de consuelo, que le aprieten la mano cuando se despiden de
este mundo. Ese contacto final de piel a piel es misteriosamente
reconfortante. Quita un poco el miedo que provoca asomarse a ese abismo
insondable.
En efecto, las personas moribundas sufren de varios miedos diferentes.
Le temen a la destrucción acelerada del cuerpo. Han vivido pendientes
de él. Lo han cuidado, lavado, protegido, lo han enseñado con orgullo,
y, de pronto, el deterioro, en lugar de ser paulatinamente perceptible,
se presenta de sopetón como una pesadilla.
Las personas, especialmente las poderosas, además, le temen a la pérdida de autoridad
sobre el propio yo. El enfermo terminal está a merced de los médicos,
de los enfermeros, de los parientes. De una manera cruel, se invierten las relaciones de poder
y el enfermo terminal sufre la indignidad de ser sometido por
cualquiera con una bata blanca o por el familiar o amigo que le hace
compañía. Vuelven a ser tratados como niños.
Y está el miedo al dolor. Ése es terrible y acarrea una consecuencia
nefasta: el enfermo terminal subordina toda su existencia, la poca que
le queda, a tratar de evitar esa experiencia. Se obsesiona con el dolor.
Habla y piensa constantemente en eso. El resto de los temas dejan de
ser importantes. Ante un dolor agudo, ¿quién piensa en el amor, en la
responsabilidad o en lo que sea? ¿Qué hay más absorbente que el temor a
un dolor penetrante?
Chávez advierte que tiene poco tiempo para la inmensa cantidad de
asuntos que deja pendientes, pero súbitamente han cambiado sus
prioridades. ¿Le importa mucho el destino de su revolución bolivariana a estas alturas de la vida o de la muerte? Tal vez no. Se sabe rodeado de bandidos dedicados al desfalco de los fondos públicos y de narcos generales
que han echado las bases de un narcoestado. Con esa impresentable
tropa no puede comparecer ante la posteridad. La revolución bolivariana
fue un sueño trunco.
¿Le importa hoy, a las puertas de la muerte, aquel loco proyecto del socialismo del siglo XXI
que nunca llegó a definir del todo, o que definió de tantas maneras
que nadie tiene la menor idea de lo que está hablando? ¿Quién va a
derrotar ahora al imperialismo yanqui y enterrar al capitalismo? ¿El
limitado señor Nicolás Maduro? ¿El viejo pillín José Vicente Rangel? ¿Se cree alguien que Diosdado Cabello es un revolucionario idealista consagrado a la redención de la especie?
¿Puede Chávez dejarle a un albacea el encargo post mortem de que continúe ejerciendo la filantropía revolucionaria con Cuba, Nicaragua, Bolivia y otros Estados pedigüeños?
Chávez es pródigo como nadie con el dinero de los venezolanos. Se ha
comprado la fama a punta de bolívares. Le regala plata a candidatos
extranjeros, a amigos, a cualquiera que pasa por Caracas y le hace un
cuento. ¿Quién va a reproducir ese comportamiento dadivoso para cultivar
su gloria tras su muerte?
7 comentários:
5 - 4 - 3 - 2 - 1 ... tá chegando a hora...
Chávez quer que Venezuela se retire de comissão de direitos humanos da OEA.
O presidente da Venezuela, Hugo Chávez, pediu nesta segunda-feira que seu país se retire do que chamou de "a tristemente célebre" Comissão Interamericana de Direitos Humanos (CIDH), órgão da Organização dos Estados Americanos (OEA).
Chávez disse que pediu ao vice-presidente, Elías Jaua, e ao chanceler, Nicolás Maduro, que instalem nos próximos dias um Conselho de Estado para avaliar a possibilidade de o país abandonar a CIDH.
A CIDH já criticou várias vezes a situação de direitos humanos na Venezuela.
Que o diabo receba-o de braços abertos.
E vai rolar a festa... vai rolar
o povo do inferno o aguarda
que queime no fogo do inferno e que nao esqueca de invocar a presenca do cachaceiro junto a ele.
Já vai muito tarde esse ensandecido meliante venezuelano. Acho que o diabo está com o espaço lotado de outros tiranos e quando abrir uma brechinha, levará os outros que ainda faltam ir...
O Desgraçado tá inchado não vejo a hora dele explodir,
e ver que ali só tinha merda assim como os demais maldosos e tendenciosos esquerdopatas...
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